Siguiendo los consejos de, entre otros, mis amigos Padres frikis, Tang de naranja y Bebé a mordor el primer juego de mesa para la pequeña O. fue El Frutalito de Haba.
Haba es, en mi humilde opinión, la mejor empresa en cuanto a juegos para niños pequeños. Todos los juegos que he probado tienen ese punto divertido y atractivo para niños. Son juegos que además de divertidos nos sirven para esas primeras cosas que deben aprender los más pequeños. Turnos, colores, números, contar y sobre todo perder y ganar.
Nosotros nos decantamos por este, sinceramente por error. Buscaba mi primer frutal y en la tienda me comentaron que este era el mismo. Y como no lo llevaba apuntado entre El Frutalito y Mi primer frutal (reseña de Bebé a Mordor), no vi grandes diferencias. Al llegar a casa lo comprobé. Pero no por ser un error de compra fue un error de adquisición o de juego. ¡Para nada!. A mi hija la encanta jugar «al cuervo», como lo llama ella. Cambia la forma de jugar, cambian las frutas ,pero el concepto y la diversión la mantiene y comparte con su hermano de frutas.
El juego está formado por una caja-tablero, donde dentro se guardan todas las piezas. Lo cual es muy cómodo. Un árbol, que se engancha a las divisiones de la caja-tablero para que permanezca erguido. Unas tarjetas, que por un lado son flores de colores, y por otro tenemos tres opciones: Un cuervo, unas cerezas o un animalito descansando. Un dado y el cuervo que se quiere comer todo. Ah! y unas cerezas que hay que rescatar y llevar al cesto.
¿Cómo se juega? Fácil, todos los jugadores juegan contra el cuervo. El dichoso pájaro quiere comerse las cerezas del árbol y nosotros tenemos que recogerlas antes de que él llegue. ¿Cómo? Con tiradas de dado. El dado, tiene 6 caras. (5 de ellas son del color una flor y la sexta es un sol).
Si en la tirada sale un sol, el jugador levantará la tarjeta que quiera. Si sale uno de los colores deberá levantar una tarjeta con la flor de ese color. ¿Y si no queda? Pues tirar otra vez. Tras lanzar el dado, como decía antes, solo pueden ocurrir tres cosas: O sale una cereza y debemos recogerla del árbol y colocarla en su cesto. O sale un animalito dormido y tendremos que intentar no hacer ruido para no despertarlo. O sale un cuervo, y en ese caso el cuervo avanza una posición hacia el árbol.
¿Quién gana? Pues el cuervo, si llega al Frutalito mientras queden cerezas, o nosotros si conseguimos recogerlas todas. El juego es muy simple, pero muy visual. Como decía al principio y esto pasa con la mayoría de los juegos de Haba, su función educativa a la hora de comprender las normas de los juegos es lo más relevante. Tirar el dado, esperar su turno, contar las casillas que avanza el cuervo, la tensión por ver quién ganará.
A nosotros nos ha gustado mucho. Lo probamos sobre los dos años y medio de la niña y la costó un poco. Pero al segundo día empezó a encontrarle la gracia. Ahora ya sabe jugar y además explica, al abuelo o quien se anime a jugar con nosotros, las normas.